Ariel Tarico y David Rotemberg subirán al escenario del Teatro Alberdi esta noche a las 20.30 con “Tarico on the Rotemberg: Sean de termos y Mabeles”.
El nuevo espectáculo promete no sólo divertir al público, sino también ser una catarsis sanadora en estos tiempos, según repercusiones en medios de comunicación nacionales.
Tarico y Rotemberg, con décadas de experiencia y 20 años de amistad, presentarán sus mejores personajes, imitaciones, canciones y monólogos que han dejado huellas en la radio y la televisión. Apenas hace unos días, se incorporaron Manuel Adorni y Federico Sturzenegger en la agenda de esas imitaciones y “se hicieron la fiesta” con el reciente asado de Olivos.
El espectáculo lleva ya, desde su estreno, 30.000 espectadores. Y Tarico sostiene que se vive una total libre expresión en este tiempo, durante una entrevista con LA GACETA. “Lo que no circula por los medios de comunicación, sí lo hace por las redes”, afirma.
Un profesor que demuele historias con humorCon la producción de Juan José Campanella celebran los 40 años de democracia ininterrumpida en la Argentina, a través de un viaje cargado de recuerdos, reflexiones y sobre todo, humor, se indica en la presentación.
- Llama la atención que todo el día tengas tiempo para notas, giras, pases en televisión y radio ¿Qué gimnasia tenés para eso?
- La gimnasia es, como diría el amigo Rotemberg, quién puede sobrevivir con un solo subempleo hoy en día. Me levanto a las 6, 6.30 y a partir de ahí comienzo la rutina, en la radio estoy desde las 9.30 hasta el mediodía, descanso y almuerzo con la familia y a la tarde voy a la radio y luego a TN en la noche. Lo de los fines de semanas lo decidimos hace poco con David porque había mucha demanda del público de distintas provincias y localidades; todo esto lo hago con mucha pasión, me divierte mi trabajo.
- Pregunta de rigor: qué personaje fue el más difícil y cuál el más fácil. No creo que todos te signifiquen el mismo esfuerzo...
- El personaje más difícil… hay varios, pero a Reutemann (Carlos), Duhalde (Eduardo) y Luis Ventura los tuve que practicar bastante. El de Nelson (Castro) fue el más fácil, apenas lo empecé pegó ahí nomás, sin problema, tuvo vida propia. Los personajes también van variando, el tono de la voz, por ejemplo, va cambiando Tinelli (Marcelo) tiene una voz normal y otra voz gritando con el micrófono. Cada personaje tiene su educación y lleva su tiempo.
- ¿Hay algunos de todos esos que, de verdad, se enojaron con vos? O es como decía un humorista tucumano: “a los políticos les interesa ser nombrados, bien o mal, pero estar…”
- Es cierta esa frase, a los políticos no los enoja pero sí a los fanáticos de ellos, te van a putear los termos kirchneristas, los termos radicales, los termos liberales o las Mabeles del PRO. A los políticos les encanta que se hable de ellos, bien o mal; pero igual, hoy qué es que se enojen, que te puteen por las redes, no es algo grave en la actualidad. El termo es el que no acepta otra opinión a la suya y nos reímos de eso.
- ¿Cómo es tu composición? La voz, el gesto, la actitud, el tono… ¿cuáles serían las prioridades?
- Empiezo por WhatsApp en un grupo que tenemos en la radio como en la tele. Esta semana mandé el tono de Sturzenegger la forma que tiene de hablar, siempre de la desregulación permanente, y eso lo tomó Ezequiel Meza que hizo el guión, y se termina de construir al aire, con la práctica, con lo que me tiran mis compañeros, así se arma el personaje. Hay algunos que pegaron mucho, los repito y quedaron, siguen y otros se fueron al olvido. Una vez lo visité al dibujante Hermenegildo Sábat en la redacción de Clarín y me contaba cómo hacía sus caricaturas. Me dijo que uno nunca termina de conocer del todo la cara de una persona, por eso hay que buscar fotografías, dibujarlos varias veces, en distintas posiciones, con diferentes gestos.
- Hay un Tarico, en la vida real, que se escinde de sus personajes y se permite opinar como tal...
- Sí, en la vida real trato de conversar con mis amigos, me divierto como si fuera “Polémica en el Bar”, trato de no actuar tanto los personajes. En mi vida privada soy Ariel sin las máscaras.
- Dicen que con el humor se puede decir cualquier cosa, incluso “saltear” la censura (pienso en Tato Bores, por ejemplo). ¿ No hay límites? Por ejemplo en el tema de Alberto Fernández y la ex primera dama….
- Cada uno sabe qué y cuáles son sus límites y limitaciones, es algo muy personal, depende de cada uno; el humor nace como una respuesta a la tragedia, eso va a estar. Los chistes que no están en los medios de comunicación circulan por las redes y eso va a estar, de Alberto Fernández y la ex primera dama vi en todas las redes sociales sin límites, ya no está Miguel Paulino Tato que decía “esto sí y esto no”; hay gente que dice “con esto no se jode”, o “che, ¿te parece?”, pero, las épocas de Tato y de Tato Bores (quien sufrió censura tanto en democracia como en dictadura), son otras. Tato cuando no lo dejaban estar él se trasladaba y lo hacía en el teatro. Esta época no se puede comparar con aquella, creo que ahora sí hay una total libertad de expresión.
Oriundo de Santa Fe, Tarico surgió como locutor nacional y después se especializó en el humorismo a través de sus numerosas imitaciones de personajes de la vida política, principalmente, pero también de estrellas del espectáculos; incluso encaró el desafío de encarar nueve imitaciones en cinco minutos.